CUANDO LA INDIGNACIÓN NO ALCANZA

Las heridas abiertas no dejan de sangrar. Si la justicia no fuera cómplice del poder político, estos funcionarios que hoy nos desgobiernan estarían presos e inhabilitados para el ejercicio de la función pública. Por Nidia Kreig

Del “a mi nadie me avisó” de Reutemann a “vayan a reclamarle a Monseñor Arancedo” de Obeid, la ignominia se repite a casi 4 años del crimen hidrico. Otra vez la naturaleza en el banquillo, otra vez la naturaleza chivo expiatorio de la impunidad oficial. Si al menos algo aprendieran de su sabiduría! . Ella sólo reacciona ante lo que las multinacionales con el guiño cómplice de gobiernos lacayos le han hecho: destruyeron bosques, convirtieron a la tierra en un desierto verde, contaminaron el aire con sus pesticidas asesinos en aras del redituable negocio del monocultivo de soja. Y pretendían que la Naturaleza no nos devolviera la estocada!

Sin embargo, destruir el medio ambiente y la tierra como empobrecer a miles de familias de pequeños agricultores obligándolos a emigrar, no fue suficiente. Sobre llovido mojado. Las conversaciones con Fidel y los continuos viajes a Cuba a costa de erario público sólo le han servido al gobernador para escribir un libro. Obeid se enorgullece de querer convertir a la Provincia en la patria sudamericana del biodisel, cuando precisamente fue el lider de la revolución cubana quien denunció la idea siniestra de convertir los alimentos en combustible como línea económica de la política exterior norteamericana. En estos días tan desgarradoramente parecidos a los de hace 4 años, entre los mensajes desesperados de personas e instituciones que reclamaban al ausente Estado Provincial y Municipal, las radios transmitían la propaganda oficial “Santa Fe provincia productora de combustibles de origen vegetal”. Siempre mojado.

De qué sirvió el Ente de la Reconstrucción? De qué sirvió un Ministerio de Asuntos Hidricos con una Subsecretaria Provincial de Emergencia? De que sirvió un plan municipal de contingencia para la ciudad? La respuesta ante la desvastadora indefensión en la que nos encontramos es tan obvia como contundente. Nuevamente , como siempre, de la mano solidaria del pueblo viene la asistencia en la emergencia.

En el 2003 había una obra inconclusa inaugurada con bombos y platillos mientras el Salado se cernía amenazante sobre una ciudad traicionada por quienes debían velar por su seguridad. En el 2007 no sólo estábamos ante una creciente peligrosa del Paraná sino que el servicio metereológico venía anunciando lluvias y tormentas desde hacía una semana en un marzo que ya era inusual en registros pluviométricos. No se puede volver a repetir impunemente que nadie les avisó. Y esto también va para la oposición. No quieran sacar réditos electorales de esta situación. Cómo no denunciaron en su momento que había un sector de la obra de defensa abierto en el noroeste? Cómo no estuvieron controlando al ejecutivo provincial y municipal sobre sus responsabilidades acerca del plan de contingencia y de emergencia, pidiendo informes acerca de la existencia y estado de las bombas, del plan de evacuación, etc. o es que la preocupación son las listas y quienes son los candidatos para los próximos comicios?

La indignación no alcanza. Está en nosotras, está en nosotros, el pueblo de esta ciudad y de esta Provincia hacer lo que quienes deberían representarnos no hacen por todas y todos. Quien crea que solo o sola se salva se equivoca. También se equivoca quien crea que ser pobre, o ser inundado o inundada es un destino inmodificable. Para vencer a la impotencia y a la corrupción el primer paso es organizarse.. Concurrir este 29 de abril a la Plaza de Mayo es un deber ético para que la historia no vuelva a repetirse, para que no haya una sola víctima más que lamentar.

Nidia Kreig