lunes, agosto 6

BALBARREY Y LAS ARMAS

En diciembre de 2002 se aprobó la implementación de un Plan Municipal de Canje de Armas. La iniciativa tuvo amplio apoyo en el Concejo Municipal y fue votada – junto a otros ediles - por Ezequiel Martín Balbarrey. Al asumir la intendencia la puesta en marcha del proyecto quedó paralizada. La detención de uno de sus colaboradores portando un arma de fuego ilegal pone en tela de juicio sus verdaderas convicciones sobre la problemática del armamentismo.

La detención Carlos Alfredo Vera Colombini – empleado municipal y chofer del intendente de la cuidad – agregó un nuevo ingrediente a la campaña electoral. Nada permitía anticipar que en el centro del debate quedaría el personal armado que acompaña en sus recorridas a Ezequiel Martín Balbarrey, hasta que una patrulla de la Guardia de Infantería requisó la camioneta Ford Ranger - propiedad del municipio - encontrando en su interior un revolver marca Taurus calibre 32 y una caja con numerosos volantes sin pie de imprenta. Lo sorprendente del hallazgo fue que el arma incautada no tenía registro y los impresos contenían consignas difamatorias con el candidato Oscar “Cachi” Martínez.

Si hacía falta alguna evidencia sobre el origen de la campaña sucia que tanto preocupa a los dirigentes del justicialismo, esta fue encontrada, en manos de un colaborador muy cercano del intendente de Santa Fe. El otro dato preocupante, es la presencia del arma, que introduce un factor desestabilizante en la contienda electoral.

Todas las fuentes consultadas, en torno a este incidente, coinciden en señalar que Carlos Alfredo Vera Colombini integra el grupo más estrecho de colaboradores de Ezequiel Martín Balbarrey. Militante, chofer y chico de los mandados, tal es el perfil de este hombre de 38 años, que acompaña al intendente hace más de una década, cuando se conocieron en la Dirección de Hidráulica de la municipalidad.

Mas allá de las desmentidas de Pablo Abraham – Secretario de Gobierno y candidato – que calificó como “absurda y ridícula” la posibilidad de “vincular ese accionar con alguna acción del Intendente o la gestión Municipal”, en el terreno político es indudable que Ezequiel Martín Balbarrey se encuentra involucrado.

Sobre todo si se tiene en cuenta la conducta sinuosa del actual intendente respecto al armamentismo de la sociedad civil.

Canje de armas

El 12 de diciembre de 2002, el Concejo Municipal de Santa Fe aprobó por amplia mayoría la Resolución Nº 9512 que impulsaba en nuestra ciudad el desarrollo de un Plan Canje de Armas. El proyecto había sido presentado por los concejales Leonardo Simoniello y Fernando Perticará, y luego de un amplio debate recibió el apoyo de varios ediles, entre los que se encontraba Ezequiel Martín Balbarrey.

La iniciativa contemplaba la entrega voluntaria de armas a cambio de bienes de consumo, ayuda social, empleos temporarios, pases de transporte, entradas a espectáculos, y cualquier otro elemento que sirva para mejorar “la calidad de vida” o “estimulen la integración, la cohesión social y el compromiso solidario” de los participantes.

Cuando las marchas convocadas por Juan Carlos Blumberg le dieron rango legislativo a las propuestas de “mano dura”, en nuestra ciudad el Concejo Municipal, sancionó una nueva Resolución instando al intendente a poner en práctica el Plan de Canje de Armas. Ahora ocupaba el segundo piso del Palacio Municipal, Ezequiel Martín Balbarrey, quien como concejal había apoyado esta propuesta.

“Otorgase un nuevo plazo de noventa días (90) a fin que el Departamento Ejecutivo Municipal con la participación de los distintos Consejos y Equipos del Programa Municipal de Seguridad Urbana, estudie e impulse el desarrollo en la ciudad de Santa Fe de la Vera Cruz, de un Plan Canje de Armas con el objetivo de disminuir la tenencia de estos elementos por parte de la población, en un todo de acuerdo a lo establecido en la Resolución 9512/02”, decía la norma aprobada en abril de 2004.

La insistencia de los concejales para la puesta en práctica de esta propuesta, señalaba que “el problema no es solo el de una oferta y un fácil acceso de armas de procedencia ilícita, sino la existencia de circunstancias sociales y políticas (fragmentación social, exclusión de la juventud, polarización social y política, marginación, etc.), que genera una demanda de instrumentos de violencia y confrontación. Detectar, reconocer y actuar sobre estas raíces que generan violencia y facilitan el recurso a las armas será, por tanto, la forma más eficaz de cambiar esta dinámica”. De todos modos, estos argumentos no lograron conmover al intendente y el Plan de Canje de Armas no se puso en práctica.

El tiempo seguía transcurriendo y la Resolución Nº 9512 no era llevada a la práctica. Mientras tanto la violencia delictiva iba en aumento. Según datos del Ministerio de Justicia de la Nación, durante el año 2004 en la ciudad de Santa Fe, se produjeron 94 homicidios y se denunciaban 67 delitos por día.

El escenario pareció cambiar en septiembre de ese año. Luego de una reunión con el concejal Jorge Henn - integrante del Consejo Ejecutivo de Seguridad Urbana - el intendente Ezequiel Martín Balbarrey aceptó convocar a distintas entidades para evaluar la implementación del Plan Canje de Armas.

Este renovado impulsó derivó en la firma de un convenio marco entre la Municipalidad de Santa Fe y la "Asociación Civil Espacios para el Progreso Social" de la ciudad de Mendoza, con el objetivo de encarar acciones coordinadas de colaboración, cooperación y prevención, para “abordar la problemática que representa la proliferación de armas de fuego en la población y las consecuencias nefastas en la seguridad pública”.

A partir de entonces, la posesión de armas de fuego por parte de la población civil dejó de ser un motivo de preocupación para la gestión de Ezequiel Martín Balbarrey, hasta que apareció el revolver Taurus calibre 32, sin registro, en poder de uno de los chóferes del intendente.

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