400 CHICOS PERDIDOS EN SANTA FE
La Secretaria de Derechos Humanos recibió 1.133 pedidos de paradero desde que se creo el "Registro Provincial de Información de niños, niñas y adolescentes desaparecidos". Según datos del organismo 404 casos siguen sin resolver. La ausencia prolongada de estos chicos incrementa los riesgos de sufrir violencia o explotación sexual.
La experiencia acumulada en los últimos años indica que el 80 por ciento de los casos de niños desaparecidos de su hogar se resuelve en las primeras 24 horas, casi siempre sin intervención policial, o de algún otro organismo estatal. Sin embargo, existe una importante cantidad de casos donde los chicos permanecen perdidos por un lapso mayor de tiempo. La situación más dramática y riesgosa se produce cuando la ausencia del hogar se prolonga de manera indefinida, potenciando los riesgos de sufrir violencia o explotación sexual.
Frente a esta acuciante problemática, que se viene incrementando en las principales ciudades del país, la Asociación Civil “Missing Children - Chicos Perdidos de Argentina” es un punto de referencia imprescindible. Su trabajo comenzó en 1999 y junto a la Red Solidaria se propuso dar asistencia a los padres cuyos hijos están perdidos. Al mismo tiempo desarrolló una tarea de concientización dirigida a las familias, personal de seguridad, docentes y a la comunidad en general.
Entre los principales aportes de esta asociación civil se encuentra la organizaron un banco de datos que reúne todos los casos recibidos desde el año 2000, con excepción de las búsquedas ordenadas por algún juzgado, que se canalizan principalmente a través del Ministerio de Justicia de la Nación.
De acuerdo al resumen estadístico disponible en la página web de la organización (http://www.missingchildren.org.ar), hasta junio de 2007 recibieron 2.765 denuncias de menores perdidos, de los cuales, 2.675 fueron encontrados, 39 aparecieron muertos, 7 chicos buscan a su familia, y 264 aún permanecen desaparecidos.
Al momento de analizar las causas de estas desapariciones, Missing Children estableció que el 34 por ciento de los casos obedece a conflictos familiares; el 43 por ciento a crisis de identidad; el 8 por ciento a problemas de discapacidad mental; el 4 por ciento se pierde accidentalmente; y en el 11 por ciento de los casos se trata de chicos sustraídos, mayoritariamente por uno de sus padres, aunque también por desconocidos con fines de explotación.
Por su parte, el ministerio de Justicia de la Nación, implementó en junio de 2003, el “Programa Nacional de Prevención de la Sustracción y Trafico de niños y de los delitos contra su identidad”, a partir de la sanción de la Ley N° 25.746. Una de las primeras medidas implementadas fue la creación de un registro nacional de información de personas menores extraviadas (http://www2.jus.gov.ar/chicos/). El objetivo de esta iniciativa fue contar con “una base de datos nacional que centralice, organice y concilie la información que, fragmentada y parcializada, poseen los juzgados, los organismos asistenciales de minoridad, las fuerzas de seguridad y las Organizaciones No Gubernamentales”. En la actualidad se encuentran registrados en este banco de datos nacional 1.109 casos de menores extraviados.
La gravedad de esta problemática surge claramente de los fundamentos de la ley aprobada por el Congreso de la Nación. “La sustracción de menores no sólo es un delito en sí mismo sino que es un factor multiplicador de otras conductas delictivas, en tanto que frecuentemente, resulta ser el medio para la comisión de otros como la venta y el tráfico de niños, la prostitución y la pornografía infantil, la explotación laboral, la irregularidad en los procesos de adopción y la venta de órganos, todo lo cual ha sido objeto de especial atención de las Naciones Unidas”.
Todo esto ha contribuido – según el texto legal - “a instalar el tema en la opinión pública, resultando evidente la precariedad de los mecanismos para luchar contra la comisión de estos delitos frente a la rapidez con que se reiteran, al aumento del número de personas que afectan y a la creciente profesionalidad delictiva que conllevan”.
Para completar el cuadro, se agrega que “no deben obviarse las connotaciones sociales y culturales, actualmente muy influenciadas por procesos económicos de marginalidad y pobreza que pueden derivar en circunstancias propiciatorias para la entrega y la venta de niños, tanto a personas individuales como a organizaciones ilegales”.
Nuestros chicos
En la provincia de Santa Fe, la Secretaria de Derechos Humanos impulsó la adhesión a esta norma nacional. Fue así como el 1º de junio de 2006, la Legislatura santafesina sancionó la Ley Nº 12.54, creando el "Registro Provincial de Información de niños, niñas y adolescentes desaparecidos". De esta manera las denuncias efectuadas ante cualquier dependencia policial y judicial, deberán ser comunicadas de inmediato (dentro del plazo máximo de 12 horas de recepcionadas) a la Secretaría de Estado de Derechos Humanos, para su incorporación en la base de datos unificados.
Asimismo, las autoridades policiales y judiciales deberán notificar a la Secretaría de Estado de Derechos Humanos, los casos de niños, niñas o adolescentes que se hubieren encontrado; como así también toda información que fuere conveniente para su localización o que sea requerida por la autoridad de aplicación.
A partir de la creación de este registro provincial comenzó un proceso de unificación de procedimientos entre las distintas áreas del estado que trataban con la problemática de los menores desaparecidos. La ausencia de una política clara generaba situaciones confusas que entorpecían la tarea de búsqueda reclamada por las familias afectadas. En muchos casos las denuncias no eran asentadas en las comisarías o directamente quedaban paralizadas en los despachos de los Juzgados de Menores.
Según los últimos datos sistematizados por el “Registro Provincial de Información de niños, niñas y adolescentes desaparecidos", desde su creación hasta el 9 de agosto de 2007 se recibieron 1.133 denuncias en todo el territorio provincial, de las cuales 728 ya fueron resueltas, quedando pendientes nada menos que 404 casos de chicos perdidos en proceso de búsqueda.
De las desapariciones que continúan sin resolver, 229 corresponde al departamento Rosario y 67 al departamento La Capital. Siguen en cantidad de casos: Castellanos (30), San Lorenzo (20) y Constitución (14).
Para la responsable del “Registro Provincial de Información de niños, niñas y adolescentes desaparecidos", Susana Figueroa, “por una cuestión de población Rosario y Santa Fe son los departamentos donde tenemos la mayor cantidad de denuncias”.
El perfil de edades de estos chicos, revela que el 80% de las desapariciones son protagonizados por adolescentes, entre 14 y 15 años, y de este porcentaje casi el 76% son mujeres. “En general son problemas que tienen que ver con la familia. No es que se trate de familias mal constituidas, tenemos que pensar que estamos hablando de chicos en una etapa muy vulnerable, permeables a todo lo que reciben de su entorno, sobre todo lo que tiene que ver con la sociedad de consumo. Por allí, una familia que no puede dar respuesta a esa necesidad de consumo puede impulsar al adolescente a que salga a buscar otros horizontes que satisfagan esas expectativas frustradas”, dice la funcionaria.
“Lo que vemos es que frente al primer no se van de la casa, de la escuela o del grupo de amigos, es como que huyen de lo que les da frustración o requiera un esfuerzo especial”, agrega Figueroa.
Pero las situaciones que más preocupan son las ligadas a la explotación sexual. “A nosotros nos han aparecido casos ligados a la prostitución, incluso hemos hecho algún seguimiento sobre el tema y tratamos de trabajar con algunas chicas para conseguirles escuela, becas y ayuda para el grupo familiar. Pero lo que siempre vemos es que aparece aquella persona que copta a través del engaño o la seducción. También sabemos de desapariciones de chicas que fueron directamente introducidas en una red de prostitución. Hay organizaciones muy bien estructuradas. Lo que tratamos de hacer es persuadir a los padres para que hagan la denuncia, pero en muchos casos no lo hacen por miedo a las represalias. En los casos donde la chica aparece, se trabaja con el grupo familiar y la chica, para que esto no vuelva a ocurrir”.
Otra modalidad de reclutamiento que puso en alerta al personal de la Secretaría de derechos Humanos es la cita a través de Internet. “Nos llamó la atención, sobre todo en las chicas, como empiezan a contactarse con personas que no conocen, que les ofrecen cosas y desarrollan una comunicación más fluida hasta que pactan un encuentro. Hubo dos casos que terminaron en una desaparición. Uno de ellos es anterior al registro y lo paso la Nación. Es una chica que conoció a un señor que la inició en la prostitución y ahora tenemos estos dos casos donde los padres manifiestan en la denuncia que antes de la desaparición hubo intercambio con alguien desconocido a través de Internet”, revela la responsable del registro provincial.
Para Susana Figueroa es muy importante la colaboración con la Policía. “Tiene comunicación permanente e inmediata con nosotros. Apenas llega la denuncia se pasa al área de prensa. Todas las fotos que se reciben se publican, siempre que tengamos la autorización de los padres. Esto es muy importante porque hemos hallado chicos a través de datos que la gente nos suministró luego de una publicación”.
En este sentido, la funcionaria informó se encuentran en tratativas para publicar las fotos de los chicos en las boletas de la EPE. “Pensamos que es lo que más repercusión puede tener a nivel provincial. Quizás dentro de dos meses podamos empezar. Hoy salen en TN, en Canal 7 y en el resumen de Tarjeta Naranja, pero necesitamos una herramienta que sea para los chicos desaparecidos de la provincia. También pensamos en el API, pero las boletas salen más esporádicamente. También quisimos hacer algo con las tarjetas de colectivo pero como está tercerizado no pudimos avanzar”, dice Figueroa.
Pero más allá de estos esfuerzos el panorama sigue siendo dramático. Según los datos oficiales, en la provincia de Santa Fe permanecen desaparecidos 404 niños y niñas, expuestos a situaciones de grave riesgo para su salud e incluso su vida. “Muchas veces se detectan situaciones de violencia extrema, la huida también puede surgir por un conflicto entre los padres, hay casos vinculados a las adicciones, que quizás son más, que los ligados a la prostitución. Vemos que los chicos buscan vincularse con los grupos que consumen y los padres no les pueden poner ningún límite. Hay nenas de 13 años que tienen salidas nocturnas como si tuvieran 18, ya tienen pareja, relaciones sexuales y embarazos precoces”, advierte Susana Figueroa.
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