La Corte Interamericana de Derechos Humanos calificó de “injusta” la condena a un periodista argentino
En 1995, la justicia argentina condenó al periodista Eduardo Kimel a un año de prisión tras encontrarlo culpable de los cargos de "injuria y calumnia" contra un magistrado que mencionó en su investigación sobre la llamada "Masacre de San Patricio". El 4 de julio de 1976, tres sacerdotes y dos seminaristas de la orden Palotinos fueron asesinados por un grupo de tareas de la dictadura militar en el interior de la iglesia de San Patricio de la ciudad de Buenos Aires. El periodista demostró con testimonios y fuentes judiciales que la masacre fue un crimen de "terrorismo de Estado" y además cuestionó el papel de los tribunales por no juzgar a los responsables de la masacre. El caso permanece impune y Kimel es el único condenado. Desde hace varios años se encuentra exiliado en México.
Víctor Ego Ducrot - Agencia Periodística del Mercosur
La Corte Interamericana reconoce derechos de Eduardo Kimel y Buenos Aires admitió que el colega fue "condenado injustamente", por denunciar al terrorismo de estado perpetrado por la última dictadura.
Seremos breves. Recogeremos las palabras del periodista argentino Eduardo Kimel, quien confió que su caso se resolverá con justicia, y recordaremos lo escrito en su momento por la agencia mexicana de noticias Notimex, cuando el estado argentino reconoció, a fines de octubre último, que el colega había sido condenado "injustamente" por denunciar crímenes de la pasada dictadura. Y lo peor del caso fue que esa injusta condena fue aplicada en tiempos de vigencia democrática.
Kimel, quien fue condenado por injurias en Argentina, confía en que la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte-IDH) fallará a su favor y con ello protegerá el libre ejercicio del periodismo en su país, informó el 20 de octubre último el corresponsal de Notimex en Bogota, Edelmiro Franco.
En entrevista con esa agencia mexicana, el profesional de la prensa argentina consideró que "el fallo de la Corte va a producir en Argentina un efecto benéfico, porque planteará un estándar de protección y seguridad para la actividad periodística" en el país del Sur.
Kimel asistió en Bogotá a un periodo de audiencias públicas de la Corte Interamericana de Derechos humanos (IDH), que analizó en esa capital el caso del profesional, quien fue condenado por la justicia argentina a un año de prisión por publicar un libro sobre una masacre de religiosos.
En 1995, la justicia argentina condenó al periodista a un año de cárcel tras encontrarlo culpable de los cargos de "injuria y calumnia" contra un magistrado que mencionó en su investigación sobre la llamada "Masacre de San Patricio".
El 4 de julio de 1976, tres sacerdotes y dos seminaristas de la orden Palotinos fueron asesinados por los organismos represivos de la dictadura argentina (1976-1983) en el interior de la iglesia de San Patricio, en un sector populoso de Buenos Aires, recordó el despacho de Notimex.
Kimel investigó el caso en la década de los años 80 y demostró con testimonios y fuentes judiciales que la masacre fue un crimen de "terrorismo de Estado", pero además cuestionó el papel de los tribunales, por no juzgar a los responsables de la masacre.
El periodista fue condenado por "injuriar" a un magistrado que mencionó en su investigación, pero luego la sentencia fue revocada en 1998 por la Cámara de Apelación.
Sin embargo, en 1999, la Corte Suprema de Argentina emitió un fallo ratificando la condena impuesta en principio a Kimel, con la votación a favor de seis magistrados y tres en contra, lo que llevó al periodista a presentar su caso ante la Corte-IDH, subraya la información de Notimex.
A fines de octubre último, en el marco de la sesión de la Corte-IDH en Bogotá, el Estado argentino reconoció que el profesional "fue condenado injustamente" y expresó su disposición a acatar el fallo que emita el organismo supranacional.
Kimel confió en que el dictamen de la Corte-IDH permitirá "hacer justicia" frente a los crímenes de la dictadura argentina y ayudará a preservar la "memoria histórica" de esos luctuosos hechos.
"Después de 16 años de proceso, afortunadamente hemos llegado a un acuerdo satisfactorio que va allanar el camino que busqué durante todo este tiempo, es decir, que se me quite la condena penal y finalmente haya justicia", añadió Kimel en Bogotá, en entrevista con Notimex.
Aseguró que "desde el principio actué con la convicción que yo quise contar una historia importante (la masacre de San Patricio) y el juicio no es sólo arbitrario, sino injusto".
El gobierno argentino y Kimel lograron un acuerdo de buena voluntad, en el que el Estado asumió "su responsabilidad internacional" por la violación del derecho de libertad de expresión en el caso del periodista.
Las partes en litigio, además, se comprometieron a aceptar el fallo que emita el organismo judicial de la Organización de Estados Americanos (OEA) sobre el particular.
En el documento, el Estado argentino se comprometió a "cumplir integralmente con las normas de derechos humanos a las que este obligado nacional e internacionalmente y a sujetarse a las reparaciones correspondientes que determine" la Corte-IDH, destacó la agencia informativa mexicana.
El acuerdo fue firmado por Andrea Gladis Huelvas, delegada del Ministerio de Justicia de Argentina, y por otros dos funcionarios gubernamentales, mientras que por el lado de la víctima fue suscrito por el propio Kimel y la abogada Andrea Pochak.
Kimel dedicó este triunfo judicial a su fallecida esposa Griselda Kleiner, que fue su principal baluarte en la investigación de la "Masacre de San Patricio".
"Ella estuvo al lado mío, jamás me abandonó. Era una luchadora social, cordobesa, protagonista del 'cordobazo', aquel movimiento social que fue el inicio que permitió tirar abajo a una dictadura asesina en Argentina", explicó Eduardo Kimel a Notimex.
El profesional de la prensa explicó que siempre exigió que se hiciera justicia en su caso por tratarse de "una obligación, no sólo por lo personal, sino por que tiene que ver con la parte personal de una memoria que es colectiva".
"Argentina viene de un largo período que fueron los años 90, cuando estuvo paralizada la investigación y los procesos de los asesinos de la dictadura militar", recordó.
Advirtió, sin embargo, que "afortunadamente, con los cambios de gobierno en los últimos años, hoy existe la oportunidad de sentar en el banquillo de los acusados a aquellas personas responsables de crímenes atroces".
"Los crímenes que se dieron durante la dictadura militar fueron crímenes que se cometieron contra la humanidad. Entonces existe hoy una renovada esperanza que estos culpables obtengan el correspondiente castigo", enfatizó Kimel en Bogotá.
Por conocerlo en el plano personal y profesional, por ser tanto él como su recordada compañera Griselda Kleiner dos personas entrañables, quien firma esta nota, simplemente a título de homenaje a ambos –porque la información es de Notimex-, se suma a quienes se solidarizan con la causa justa que un tribunal pretendió convertir en condena.
Por Víctor Ego Ducrot - Agencia Periodística del Mercosur
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