LA USINA AÚN NO TIENE LUGAR
La ubicación definitiva de la nueva central eléctrica de Santa Fe aún no está definida. Los técnicos de la EPE analizan las alternativas de Desvío Arijón y Barrio Candiotti. El emplazamiento final requiere de un estudio de impacto ambiental. Acceso a una fuente de agua, disponibilidad de combustible, redes de alta tensión, ruido y emanaciones son alguna de las variables que se deben considerar. En cualquiera de sus ubicaciones se llamaría Central Calchines.
Los técnicos de la EPE analizan contra reloj las distintas alternativas para la localización de la central eléctrica que el gobierno nacional, a través de ENARSA, instalará en nuestra ciudad. Se barajan dos posibilidades. El viejo emplazamiento de Barrio Candiotti o la localidad de Desvío Arijón. Por las características de las turbinas proyectadas el lugar debe tener una fuente de agua cercana, conexión directa con las redes de alta tensión y combustible disponible (gas natural, petróleo o fuel oil)
Frente a estos requerimientos, Desvío Arijón se presenta como el lugar ideal, ya que allí culminará el futuro gasoducto NEA. Sin embargo, hasta tanto dicha obra no este concluida, la turbina deberá alimentarse con fuel oil o petróleo, transportado en camiones, a razón de 20 por día. Por este motivo, y en función de la urgencia con que la central debe entrar en funcionamiento, el emplazamiento de Barrio Candiotti es analizado con atención.
La vieja estación de calle Calchines mantiene una estructura que se puede reciclar, tiene líneas de alta tensión, agua cercana, y acceso al combustible líquido a través del puerto. Pero los problemas de esta alternativa son más difíciles de resolver. Por las características técnicas de la turbina, la producción de ruido y humo, sería intolerable para el vecindario.
De todos modos, para la aprobación del emplazamiento definitivo es necesario un estudio de impacto ambiental.
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