lunes, febrero 18

ADVIERTEN SOBRE UN NUEVO PROBLEMA AMBIENTAL EN LA CIUDAD

Cuando se habilite el nuevo vaciadero de líquidos cloacales los camiones atmosféricos no podrán descargar una parte importante de los desechos que transportan. Comercios e industrias de Santa Fe utilizan este servicio para eliminar sus efluentes. No se cumplen las normas dictadas por la Secretaria de Medio Ambiente de la Provincia. Si no se toman medidas puede surgir un circuito clandestino de líquidos residuales.

El nuevo vaciadero de líquidos cloacales para camiones atmosféricos, construido al costado de la Ruta Nacional 168, se encuentra terminado hace varios meses y espera su habilitación. De acuerdo a lo informado por Aguas Santafesinas solo falta la firma de un convenio para culminar con la cesión en comodato del terreno utilizado para la construcción de la nueva planta. Por su parte, desde la Municipalidad de Santa Fe señalaron que esperan conocer el estudio de impacto ambiental para darle el visto bueno y autorizar el funcionamiento del lugar.

Esta nueva planta receptora de líquidos cloacales significa un importante avance para la ciudad, ya que, permitirá suspender la descarga de camiones atmosféricos que actualmente se realiza en la zona del Club Náutico Sur e iniciar la recuperación de este sector severamente dañado por la acumulación de desperdicios.

El sistema de descarga es totalmente controlado, los líquidos serán succionados del camión, una muestra de ellos será analizada “in situ” en un laboratorio y luego pasarán al caño de la cloaca máxima que vuelca los efluentes domiciliarios en las aguas del río Colastiné.

Sin embargo, cuando el nuevo vaciadero entre en funcionamiento, lejos de significar una solución definitiva, provocará otros problemas ambientales, tan graves como los que afectan al sur de la ciudad.

En la actualidad, los camiones atmosféricos también transportan residuos de las graseras de comedores, hospitales y escuelas; bentonita desechada por empresas constructoras; y residuos con pastina de las fábricas de mosaicos, entre otros elementos contaminantes. Pero cuando entre en funcionamiento el nuevo vaciadero solo podrá descargarse los líquidos cloacales de origen domiciliario.

Este cambio en la operatoria de las empresas poceras anticipa un nuevo problema con el manejo de efluentes de la ciudad: ¿En donde serán arrojados los otros líquidos residuales que habitualmente transportan los camiones atmosféricos?

El tema ya fue planteado a las nuevas autoridades municipales por representantes del sector. Claudia Bernal, integrante de la cámara de empresas de camiones atmosféricos, le dijo a Fuera de Foco: “Hemos conversado con toda la gente que ha pasado por la municipalidad. Hace años que se viene buscando una respuesta, para que si se hace algo nuevo, sea para bien. Estamos a la espera que nos den una entrevista. La hemos pedido apenas asumieron para exponer nuestra inquietud y que usen nuestro conocimiento. Somos los más interesados para que todo se haga correctamente y que cuidemos nuestro río porque lo estamos destruyendo”, sostuvo.

La empresaria explicó que en los camiones van mezclados toda clase de líquidos. “Cuando se inaugure este nuevo vaciadero solamente se va a poder llevar líquidos cloacales de casa de familia, y como la mayoría de las poceras trabajamos con un solo camión eso va ser una gran traba para nosotros”, que provocará, entre otras cosas, un incremento en el precio del servicio.

“La municipalidad nos tiene que dar el lugar para volcar los otros líquidos. Hasta el momento no hay ningún tipo de novedad. La cláusula que pone Aguas Santafesinas para poder inaugurar el sitio de la Ruta 168 es que esté listo otro vaciadero para tirar los otros líquidos”, aseguró.

Según Bernal, las consecuencias de la nueva operatoria se sentirán en varios sectores. “Nosotros con el pozo de la casa de familia estamos trabajando sin tener demasiada ganancia porque sabemos lo que le cuesta a la gente vaciarlo cada dos o tres meses. Para nosotros lo más importante es trabajar con las empresas. Vamos a tener que subir el precio porque es mayor la distancia y mayor el tiempo que usamos para la descarga que es por manguera. Eso nos lleva mucho más tiempo”, advirtió.

Pero el impacto mayor lo sentirán las empresas que no tendrán forma de deshacerse de sus residuos. “Cuando una fábrica de mosaicos (que tiene como residuo la pastina) llene su piletón, la única forma que tiene de sacarlo es con un camión atmosférico”, si no lo pueden hacer, “no van a poder seguir produciendo”, señaló la empresaria.

Frente a esta situación se potencia el riesgo de las descargas clandestinas de los líquidos residuales no admitidos en el vaciadero de la Ruta 168. “Hay gente que tiene los tanques sin pintar con el nombre, entonces son como NN y no se pueden controlar”, sinceró Bernal.

Un dato sorprendente aportado por Claudia Bernal es que los camiones atmosféricos realizan su trabajo sin ningún tipo de control por parte de la Secretaria de Medio Ambiente de la Provincia, pese a que existen normas dictadas al efecto. Desde el 1º de Junio de 2007 rige la Resolución Nº 145 que establece “requisitos para el transporte, operación y vuelco de líquidos de origen sanitario provenientes del desagote de pozos absorbentes por medio de camiones atmosféricos”.

La norma firmada por Marcelo Terencio establece en sus fundamentos, la necesidad de “adoptar medidas preventivas y, en su caso correctivas ante episodios de contaminación como consecuencia de la mala gestión de las cargas” de estos camiones. En el Artículo 1º se establece que quedan “expresamente excluídas” de la reglamentación, “las operaciones de transporte y disposición final de líquidos o residuos de origen industrial de cualquier naturaleza”, que deberán regirse por las reglamentaciones específicas.

La reglamentación para la operatoria de los camiones atmosféricos – que todavía no se cumple - establece que deberán circular con planillas o guías de transporte numeradas, donde deben constar los datos del lugar extracción, su recepción y descarga final.

Se establece además, que el transportista aceptará la carga únicamente cuando cumpla con las características de líquido de origen sanitario proveniente de pozo absorbente, quedando expresamente prohibido el transporte de líquidos o residuos industriales.

Por su parte, Aguas Santafesinas tiene prohibido recibir en la planta de vaciado, camiones que contengan ácidos, sangre, licores de curtiembre, baños de cromado y similares, líquidos y semisólidos ácidos o alcalinos, que contengan hidrocarburos, aceites y grasas, solventes, cromo, plomo y otros metales pesados, cianuros, pesticidas, pastas o pastina de marmolería o fábrica de mosaicos.

En el caso que la carga sea rechazada en la planta de vaciado, el camión será precintado y el número de precinto deberá constar en el formulario de carga y descarga del vehículo. Cumplido este trámite el líquido deberá ser devuelto a su lugar de origen, debiendo el transportista obtener constancia escrita de la recepción, con la firma del generador y el número de precinto correspondiente.

En todos los casos, el generador del líquido rechazado tendrá la obligación de aceptar la carga rechazada, firmar el correspondiente remito e informar a la autoridad competente sobre el tratamiento o destino final que le dará a la carga en cuestión.

Como se puede apreciar el problema no es menor. Cientos de establecimientos comerciales e industriales de la ciudad utilizan el servicio de los camiones atmosféricos para deshacerse de los líquidos residuales que genera su actividad. Si las autoridades no controlan el manejo de estos efluentes puede surgir un nuevo y grave problema ambiental.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

que pasa con las cámaras sépticas?. Este sistema de biodegradación doméstica era obligatorio en las areas urbanas sib cloacas, en tiempos de la Vieja ObrasSanitarias de la nacion, incluso cuando al DIPOS se hizo cargo del servicio. La difusion irrestricta de detergentes domesticos no degradables redujo la eficiencia de estos artefactos de facil y economica instalacion , pero aún asi, una CS reduce sustancialmente la grasitud que se traslada al pozo, haciendo que este se mantenga absorbente como su nombre lo indica.

Jc Sarra/ arquitecto/tecnologías apropiadas. Rosario.