martes, marzo 13

UNA POSIBLE REFORMA ELECTORAL

Hay quienes, ante la evidencia de un desastre electoral, echan mano a cualquier recurso. Para retener la provincia, allá lejos y hace tiempo, se propuso un gobierno de los que pagaban.

En 1911, en las postrimerías del juicio político al gobernador Ignacio Crespo, se presentaron dos proyectos de reforma de la ley electoral en nuestra legislatura. La primera era sustentada por la Liga del Sur, la segunda por el Poder Ejecutivo.

Un periodista del diario Santa Fe, realizó una entrevista (rara avis en aquella época) a un “caballero vinculado” al ejecutivo y “sin darle los buenos días le disparamos este trabucazo periodístico (como que ahora nadie se anda con chiquitas)”, escribe antes de comenzar con la entrevista.

“—Entiendo que el gabinete provincial elabora en estos momentos un proyecto que se basa en las características del que el Dr. Sáenz Peña formuló en su programa.

“—¡Hola, hola, hola!”, dice el periodista.

Entre las varias reformas, el ejecutivo estudiaba, según el caballero, “llevar a la acción electoral de los habitantes a un mayor desarrollo. Así por ejemplo no hay por qué las autoridades de distrito no sean la expresión de la voluntad popular, el juez de paz, el comisario de policía y la Junta Municipal deben ser electos”. El periodista le hace notar que ese punto era similar al proyecto de la Liga del Sur. “No es lo mismo”, responde el caballero. “Se busca que en este caso sea elector todo habitante que pague al Estado al menos 25$ anuales”.

Todos serían elegibles, según este proyecto. “¡Una república socialista!”, exclama el periodista, a lo que el caballero le responde que no sería así, dada la categoría del elector.

Se preveía, además, que los legisladores no tuvieran dietas. “¿Eh?”, vuelve a exclamar el periodista. “La Constitución dice que los diputados y senadores para serlo deben gozar de renta propia o de profesión que se la de. La representación es un honor, a lo sumo una carga honorífica. No debe ser bastardeada con un sueldo”, explicaba el caballero.

El periodista repregunta acerca de los perjuicios que esto podría acarrear, a lo que el caballero responde “¿Y el honor, amigo periodista? No se tratará me parece de exigírseles sacrificios. Podrá liquidarse 10$ por sesión asistida en calidad de viáticos”.

Nada de esto sucedió. Ni la liga del sur ni el oficialismo pudieron ver sancionados sus proyectos. Hubo juicio político al gobernador, y cuando el sucesor natural, Rodolfo Freyre se iba a hacer cargo de la gobernación, Crespo cerró la legislatura, puso una valla de polícías al frente y llegó la intervención nacional.

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