martes, enero 29

HARÁN ESTUDIOS SOBRE LA ESTABILIDAD DEL PUENTE COLGANTE

Lo confirmó el secretario de Obras Públicas de la municipalidad Roberto Porta. Preocupan los hundimientos en la cabecera oeste, las filtraciones de agua en las cámaras de anclaje y las ondulaciones en la calzada. Los problemas fueron advertidos hace varios años pero nunca recibieron atención. La obra no tiene recepción definitiva por parte de Vialidad Provincial. Analizan restringir el transito peatonal en el sector afectado.

Desde hace varios años distintos sectores de la comunidad santafesina vienen manifestando su preocupación por los hundimientos que se observan a simple vista en la cabecera oeste del puente colgante y su zona aledaña. Frente a estos reclamos, los funcionarios de Vialidad Provincial durante la gestión de Jorge Obeid, aseguraron que se trataba de movimientos de suelo previsibles que no afectaban la estabilidad del viaducto.

Una de las voces que en su momento se levantó fue la del ingeniero Roberto Porta – integrante por entonces de la Cámara Apyme de la Construcción, del Foro Económico Social Leyes-Setúbal-Salado y actual integrante del gabinete de Mario Barletta - quien llegó con sus planteos hasta el despacho del Ministerio de Obras Públicas de la Provincia sin obtener respuesta.

Ahora como Secretario de Obras Públicas de la Municipalidad insiste con sus temores. “Estamos altamente preocupados por la estructura que esta aledaña al estribo oeste del Puente Colgante y también nos preocupa mucho el puente en si mismo, porque las cámaras de anclaje de los cables están inundadas y también creemos que hay algunas imperfecciones en el tablero”, reveló Roberto Porta en dialogo con el programa Fuera de Foco.

Con el objetivo de iniciar rápidamente una serie de estudios sobre la estructura del puente colgante, los funcionarios municipales se pusieron en contacto con la Dirección de Vialidad Provincial. Este tiene a su cargo el mantenimiento de la obra y es encargado de aprobar de manera definitiva el tesado de los cables del puente.

“El puente fue recepcionado sin la aprobación del tesado de los cables. En este momento es responsabilidad de la empresa CCI. Por esto le hemos pedido a Vialidad Provincial intervenir en la comisión responsable de la recepción definitiva de la obra del Puente Colgante”, precisó Porta.

Las dudas del funcionario surgen por las deformaciones que se ven en la calzada, que podrían motivarse en “que la tensión que se le está dando a los cables no es la correcta”.

“Si los desfasajes no son grandes solo provocan una deformación en la calzada y no ponen en peligro la estabilidad del puente. Ahora, si las tensiones son muy distintas a las que establece el protocolo de tesado se puede poner en riesgo la vida útil de los cables”, advirtió el secretario de Obras Públicas.

El otro tema de preocupación es la situación de los anclajes de los cables que sostienen el puente colgante. “Queremos ver si estas deformaciones de la calzada tienen relación con el estado de los anclajes. Nos llama mucho la atención que las cámaras donde se anclaron los cables, que deben ser impermeables, tengan una gran cantidad de agua en su interior”.

Restricción peatonal

El secretario de Obras Públicas descartó por el momento cualquier restricción al tránsito de vehículos pero señaló que se podría vedar el acceso a los peatones en el paseo de la cabecera oeste. “Si hay peligro de que alguna estructura pueda eclosionar, por supuesto que la vamos a cerrar, si llegamos a la conclusión de que no hay grandes peligros vamos a empezar a reproyectar ese sector para sustentarlo en el tiempo”, dijo Porta.

“La zona que más nos preocupa es la que está aledaña al estribo oeste del Puente Colgante, donde puede haber una mayor erosión que puede estar comprometiendo esa estructura, podría estar comprometiendo alguna estructura del puente y quizás las cámaras de anclaje. Por eso necesitamos hacer un análisis estructural de todo el sistema. En esta semana estamos terminando las reuniones de ajuste con Vialidad para disponer de todos los recursos necesarios para iniciar los estudios”, adelantó.

Si bien en este momento los funcionarios municipales “no encuentran signos que justifiquen interrumpir el tránsito vehicular”, no se descarta que en el futuro se pueda vedar el acceso a las personas. “Si estamos analizando restringir el tránsito peatonal en la zona del monumento metálico que llamamos antorcha”, dijo Porta para finalizar.

Socavones y grietas con historia

En julio de 2005 la Cámara Apyme de la Construcción cuestionó la seguridad del puente colgante de Santa Fe y exigió la realización de estudios para analizar los socavones que aparecían en las veredas de la cabecera oeste de la obra vial.

En aquel momento, el ingeniero Roberto Porta reclamó “clausurar esa zona e investigar qué pasa, cualquier persona que transite por ahí puede ver cómo la capacidad del piso fue socavada en diez centímetros”.


Al poco tiempo el Concejo Municipal de Santa Fe aprobó un proyecto de Resolución, presentado por los concejales Leonardo Simoniello y Jorge Henn, donde se establecía que el Intendente de la ciudad debía requerirle a la Provincia en un plazo perentorio “la información necesaria para conocer las causas que determinan el actual estado estructural que se verifica en las defensas de la Avda. Siete Jefes y las presuntas irregularidades en el Puente Colgante, así como también la situación de garantía de dicha obra”.

Los ediles expresaron en sus fundamentos que se han podido “constatar algunas deformaciones y fisuras sobre su mismo tablero y que presuntamente podrían estar relacionadas con el tensado de sus cables estructurales por no atender las condiciones específicas contenidas en el "Protocolo de Tesado", seguramente presentado oportunamente por el proyectista de la obra”.

Las sospechas sobre posibles problemas en las cámaras de anclaje se dispararon cuando una cuadrilla de Vialidad Provincial fue detectada realizando tareas de desagote con una bomba extractora en ambas cabeceras del puente. La explicación oficial fue que el agua se filtraba por los cables de acero y que todo se solucionaba sellando las cámaras con un material adhesivo.

Al poco tiempo, las autoridades de la DPV realizaron una inspección técnica de la obra y dieron a conocer un informe donde especificaban que las fisuras y deformaciones observadas en las escaleras y veredas del estribo oeste son “producto de posibles asentamientos en el sector de veredas del terraplén de la obra de defensa de la costanera” y no eran “consecuencia de problemas estructurales en el puente Colgante".

Respecto al tesado de los cables, Vialidad Provincial hizo pública una respuesta de la empresa CCI a un requerimiento de la repartición oficial, donde se informa “que el comportamiento de la estructura de cables del puente es la esperable y que no se han constatado desplazamientos o deformaciones no previsibles y por lo tanto no corresponde ninguna medida correctiva".

Finalmente, en relación a la presencia de agua en las cámaras de anclaje de ambas cabeceras del puente, losa funcionarios provinciales explicaron que se le solicitó a la empresa “la inspección de esas estructuras, la identificación de las causales de ingreso de agua y la propuesta de solución". De todos modos, aclararon que "el volumen de agua detectado no había alcanzado el nivel donde se encuentran los sistemas de sujeción, es decir que los cables no estaban en contacto con el agua", aunque debieron admitir que se trataba “de una situación no deseada y debe ser subsanada ya que va en detrimento útil de las estructuras".

Más cercanas en el tiempo aparecen las explicaciones de Edgardo Ragalli, secretario de Obras Publicas durante la gestión de Ezequiel Martín Balbarrey, que en noviembre de 2007 le dijo al diario El Litoral que las grietas y rajaduras aparecen porque “las altas temperaturas producen dilataciones de los materiales, lo que se va moviendo y con el tiempo aparecen las fisuras''. El otro motivo sería el asentamiento de la arena - producto de alguna filtración - que se colocó para levantar y "terminar el piso y no para defender la costanera''.

Para Ragalli la solución pasa por levantar el piso, rellenar con arena, compactarla, realizar un nuevo contrapiso y volver a colocar las lajas. "Es un trabajo lento, porque insume mucha mano de obra más que materiales (…) es un trabajo que hay que hacer hasta el faro ya que, en mayor o menor medida, estas fisuras se repiten a lo largo de toda la costanera'', sostuvo el hombre de Balbarrey.

Ahora la situación vuelve a su punto de origen, y estudios mediante, la nueva gestión de Mario Barletta deberá hacer frente a esta costosa obra de reparación.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Me parece bárbaro que por fin alguien hable del estado de la costanera. Es suficiente caminarla para ver barandas rotas, cadnas faltantes, ornamentación de cemento faltante, grietas, y en algunos lugares donde están los bloques con la manta que colocaron para evitar la erosión, tiene hundimientos significativos (ver altura Iglesia Costanera aprox.)
Además, LA BASURA !!!!! que hay en la zona del faro.