miércoles, febrero 14

CRÓNICA DE LOS APRIETES

La abogada defensora de uno de los detenidos por el crimen de los Mattioli dio detalles de los hechos que desencadenaron el pase a disponibilidad de tres policías. Patricia Hidalgo señaló, además, que no deben usarse “chivos expiatorios” para calmar la sed de seguridad.

Conocida hoy la novedad de que tres efectivos policiales fueron pasados a disponibilidad por el Jefe de la Unidad Regional I, Juan Luis Hek, ante las denuncias de coacción y apremios ilegales hacia Julio Arnaldo Gutiérrez, su abogada relató a Fuera de Foco algunos pormenores de los dos hechos que involucran a uno de los detenidos por el crimen de los Mattioli en San José de Rincón.

Patricia Hidalgo señaló que la difundida denuncia realizada por Gutiérrez este lunes y que derivó en la separación de tres policías, no fue la primera.

En su declaración ante el juez Rubén Saurín, Gutiérrez declaró que la admisión de su culpabilidad, en la sección Homicidios de la Policía Provincial, fue realizada después de graves amenazas.

“Según relata nuestro defendido, él dice que se lo desnuda y que es obligado a salir de su celda en la que estuvo esposado durante tres días; es amenazado con que si no firmaba la declaración lo iban a violar”, manifestó la abogada. El Dr. Saurín recibió la denuncia y Gutiérrez fue revisado por médicos forenses; el informe aún no fue entregado a los abogados. Cabe recordar que en ese momento Gutiérrez negó las imputaciones por el doble crimen.

Tras esa declaración, fue trasladado para su resguardo a la comisaría 1ª. “Él refiere que alrededor de las 15 horas del domingo es sacado por el celador de guardia de su celda, donde estaba alojado con otros detenidos, llevado a las dependencias de la parte de adelante de la comisaría 1ª. Llevado en presencia de la oficial de servicio, ante su sorpresa estaba su cuñado, Diego López, con quien me refiere Gutiérrez que no tiene buena relación, para que él se hiciera cargo. Le dice una serie de amenazas, una cachetada y demás, diciéndole hacete cargo de todo el homicidio, si no te va a pasar esto, y esto, y esto”.

Estos últimos detalles son los que para la Dra. Hidalgo agravan la situación. “Ante todo hay una falla administrativa grave, porque suena desprolijo que un familiar viole las horas de visita de los presos comunes y tenga que verlo un domingo a las 15 por más oficial de policía que sea. A primera vista, ya hay una irregularidad. El celador seguramente cumpliría con la obligación que tiene de hacer caso a un superior, la oficial de guardia, pero ésta, ¿por qué deja entrar a Diego López, que no reporta en la primera sino en la octava, fuera del horario de visita, para que se entreviste a solas, lejos de todo el mundo?”

Finalmente, la abogada dijo que no tiene por qué “desconfiar de la investigación” que llevó adelante la policía y que culminó con la detención, entre otros, de Julio Arnaldo Gutiérrez. Sin embargo, remarcó: “las investigaciones, y más en un homicidio tan atroz, deben realizarse no tan rápidamente, ser concienzudos y no usar de chivo expiatorio a la gente detenida para calmar la sed de seguridad”.

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