lunes, septiembre 3

HISTÓRICOS TIEMPOS DE CAMBIO

Es histórico: Santa Fe le da al país la primera experiencia socialista al mando de una provincia. Somos pioneros, una vez más. A través de las urnas, el radicalismo llegó a la gobernación por primera vez en esta provincia. Tiempos de cambio con historia, justificaciones y pedidos de tribunales para juzgar al pueblo que “había votado mal”.

El año 2007 quedará en la historia. Veremos después si lo que sigue al 2 de setiembre también queda en la historia, y en todo caso, si es con signo positivo o negativo.

Lo cierto es que esta provincia le brinda al país la primera gobernación comandada por un socialista. Y en esto de primeras experiencias inéditas, Santa Fe es pionera.

Corrían los difíciles años del post Centenario. El presidente Roque Sáenz Peña sancionaba la ley que intentaba acallar las intentonas revolucionarias del radicalismo, en el que Santa Fe había tenido gran protagonismo.

La mística del Partido Radical construida trabajosamente tras 20 años de debate, denuncias, revoluciones y abstenciones estaba en su punto justo para ser puesta a prueba. En 1912, rencillas en el partido gobernante arrastraban a la destitución al “patricio” Ignacio Crespo, quien, traumáticamente y después de una intervención nacional, daba paso a un representante de la “nueva Argentina”: el radical Manuel Menchaca.

Se convertía Santa Fe en el banco de pruebas de las promesas presidenciales de finalizar con la corrupción electoral. Es un error muy común entre los aficionados a la historia sindicar a estos comicios como los primeros realizados bajo el imperio de la Ley Sáenz Peña. Sin embargo, sólo una de ellas, la relativa al padrón, rigió estas elecciones santafesinas (*). De todos modos, la provincia ya tenía una ley que hacía del voto una cuestión individual y secreta.

Está dicho: 1912 fue un año histórico.

Además del radicalismo, otros dos partidos disputaban la gobernación, la Coalición y el Partido Constitucional. Ambos, eran los representantes típicos de la aristocracia que había gobernado la provincia desde siempre, con rasgos más o menos “evolucionistas” (evolución versus revolución era la batalla discursiva de entonces en los órganos periodísticos de cada uno de los sectores).

Cuando la fórmula radical Manuel Menchaca-Ricardo Caballero ganó la gobernación de Santa Fe, “ardió Troya” para el diario más conservador de nuestra ciudad, Nueva Época. El periódico apoyaba al Partido Constitucional, si se quiere un poco más “evolucionista” que la Coalición.

Pero el pueblo no le dio ningún voto en el Colegio Electoral. Aún nadie se atrevió, con la victoria del socialismo, a recriminar a los votantes su elección. Pero es notable cómo Nueva Época increpa al pueblo la decisión de llevar al radicalismo al poder. Dice textualmente: “¿Cuál es la psicología de los pueblos que así abandonan a los hombres que representando una tendencia de opinión se han solidarizado con sus ideales y los han hecho prácticos y abonan con su vida pública la seguridad de sus compromisos? ¿Cuál es la conciencia colectiva de los pueblos, cuál la orientación que sigue en sus decisiones, qué concepto de sus conveniencias tienen adquirido?”

“El cuerpo electoral olvidó por esas eternas veleidades que sufren las muchedumbres sus fallos caprichosos a los hombres que encarnan su espíritu y sus aspiraciones. Los olvidó con notoria ingratitud”.

La recriminación a ese pueblo que dio la espalda a los supuestos progresos y a la supuesta abnegación de los patricios santafesinos termina así: “Si esta es la justicia del pueblo, convengamos en que si existieran tribunales de apelación para ir contra tales fallos, nunca como en el caso presente podría iniciarse con abundante prueba la demanda”.

(*)Cecchini de Dallo, Ana María. Santa Fe. La elección provincial de 1912. Su importancia como coyuntura política. Revista de la Junta Provincial de Estudios Históricos. Nº 57, 1987-1991. Santa Fe.

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