PRIVILEGIOS PARA REPRESORES: EN SANTA FE TAMBIÉN SE CONSIGUE
La muerte por envenenamiento del represor Héctor Febres y los recientes datos acerca de las comodidades de su “prisión”, reavivaron la polémica acerca de las condiciones en que están detenidos los acusados de crímenes de lesa humanidad. Víctor Hermes Brusa está internado desde hace diez días, ahora en un sanatorio privado. Como un hotel cinco estrellas fue calificado el lugar de detención de Héctor Febres. Su muerte en circunstancias más que dudosas pone otra vez en debate los privilegios de que gozan los represores por crímenes de lesa humanidad. En Santa Fe, el lugar elegido es el Cuartel de Bomberos, donde “gozan de un régimen totalmente abierto, tienen visita, nadie registra qué le llevan”, aseguró a Fuera de Foco Daniel García, uno de los querellantes en la causa que investiga el terrorismo de estado en esta parte del país. En Bomberos sólo queda Eduardo “Curro” Ramos, porque desde hace diez días Víctor Hermes Brusa está internado. A diferencia de cualquier preso común, estuvo unas pocas horas en García, como otros querellantes y testigos, no pueden ocultar su preocupación por el caso Febres, que se suma a la prolongada desaparición de Jorge Julio López. “Tienen que ir a una cárcel común, independientemente de la edad que tengan, y si tienen alguna dolencia existe una sala policial con la custodia suficiente que para eso está. Los demás presos comunes cuando tienen alguna dolencia van a la sala policial y así tendría que ser”, manifestó. En ese sentido también se mostró intranquilo acerca de las condiciones en que viven los detenidos con prisión domiciliaria; ni Mario Facino, ni Juan Perizotti, ni Eduardo Ramos, ni Juan Orlando Rolón tienen, según García, consigna policial; “el teniente coronel Domingo Marcelini está con prisión domiciliaria en Mendoza y acá no se tiene la más mínima idea de qué es lo que hace o deja de hacer. Nuestras presentaciones o pedidos respecto a esto han chocado constantemente contra un muro, no hemos podido lograr absolutamente nada”. ¿Hay riesgos en Santa Fe? Consultado acerca de que sucesos similares a los ocurridos con Febres puedan reproducirse en Santa Fe ante la cercanía del juicio oral, García recordó que en junio pasado, cuando le fue revocada la prisión domiciliaria al fallecido Nicolás Correa, “su casa fue atacada por un extraño, que no se llevó nada y que a las hijas les hizo mención de temas de “Nuestros presos están exactamente igual que Febres”, reiteró. “La gran mayoría está en prisión domiciliaria, nadie controla esa prisión domiciliaria, en su momento hicimos presentaciones, mantuvimos reuniones con el ministro Rosúa, y cuando se hablaba de todo el tema de seguridad nuestra, por amenazas o intimidaciones, la posición nuestra era que había que cuidarlos a ellos, que eran los capaces de producir estas cosas y mantener algún tipo de registro de quién los visita, de qué manera, en qué horarios”.
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