lunes, junio 4

LA PELEA POR LA MEMORIA

Acompañado por sus vecinos y con el apoyo de otros artistas plásticos, Andrés Paniagua, restauró el mural de la “Plaza 29 de Abril” recientemente dañado por militantes kirchneristas aliados del intendente Ezequiel Martín Balbarrey. La obra hace alusión a la negligencia de los funcionarios municipales durante las inundaciones del 2003 y el 2007. Duró poco. En la madrugada del domingo lo taparon nuevamente.

Los preparativos comenzaron el viernes por la tarde con el blanqueo del murallón, ubicado en Mendoza y Lamadrid, donde se erige la Plaza 29 de Abril construida por los vecinos de barrio Santa Rosa de Lima luego de la inundación de 2003. El sábado por la mañana, Andrés Paniagua junto a varios amigos y otros artistas plásticos locales, se congregaron en el lugar para comenzar la restauración del mural que denuncia la desidia de los funcionarios municipales que permitieron en marzo de 2007 una nueva inundación del sector oste de la ciudad.

Para disgusto del grupo, las paredes blancas habían sido enchastradas por la agrupación Barrios de Pie con la consigna “Kirchner = Balbarrey 2007”. Esta nueva agresión fue un anticipo de lo que sucedería horas más tarde.


Como puede verse en el boceto que ilustra esta nota, el mural de Paniagua refleja las preguntas que siguen sin respuesta para lo vecinos inundados de la ciudad de Santa Fe y que los punteros del intendente quieren callar con prepotencia. “Quise expresar la rabia contenida. Porque nos siguen pasando cosas por negligencia. Porque aquí hay responsables. Esto pasó porque hay responsables. Por eso las preguntas del mural dicen las frases de la gente, no solo mías. Nos preguntamos: ¿Y las bombas?, ¿Y el plan de contingencias? Ya nos pasó una vez y esta es la segunda”, le dijo el artista a Fuera de Foco.

“Nosotros tenemos la imagen del 2003 y ahora fue lo mismo. La gente saliendo con una bolsita en la mano, sin que nadie le ayude y volver para atrás. Y después las consecuencias. Cuando bajó el agua la misma visión. Camiones pasando con muebles, ropa y colchones con barro. El olor. Todos vivimos lo mismo”, recuerda Paniagua.

La primera vez que se pintó la obra sobre el paredón de Mendoza y Lamadrid fue el sábado 29 de abril. Apenas duró una semana. “Se tomaron el trabajo de comenzar a tapar todo lo que era letras, todo lo textual y las imágenes. Dejaron solamente el fondo. Por eso yo digo, en lo que nos pasó hay responsables, y aparece que las frases que son el sentimiento de la gente del barrio les dolió, y a quien le ande el poncho que se lo ponga. Por eso lo responsables de lo que nos pasó tienen mucho que ver en esto de tapar”.

En aquella oportunidad el hecho tuvo escasa repercusión y se sumó a la escalada de agresiones que los aliados del intendente Balbarrey lanzaron contra distintos sectores de la sociedad santafesina. De todos modos, el Concejo Municipal repudió la destrucción del mural a través de un Proyecto de Declaración. La iniciativa presentada por los ediles del Frente Progresista Cívico y Social, decía: “No existen testigos presenciales que den cuenta de quiénes actuaron en este acto de vandalismo, censura e intolerancia. Pero no podemos dejar de señalar las coincidencias existentes entre este hecho y otros tantos que se han venido sucediendo en los últimos días en la ciudad de Santa Fe. Vemos con preocupación que se está sembrando en Santa Fe un clima de intolerancia hacia quienes "no piensan como" o disienten con el oficialismo”.

“Alertamos que se está atentando contra valores supremos del sistema democrático: la tolerancia, la convivencia entre quienes piensan distinto, el respeto por el disenso. Y lo más preocupante es que muchas de estas actitudes que denunciamos han provenido desde el propio Estado Municipal y sus autoridades que son quienes deben ser los más celosos defensores del sistema democrático”, cerraba el texto.

Ahora el agravio es mayor. El trabajo realizado por Andrés Paniagua, algunos vecinos y los artistas, Roberto Migdal y Roberto Favaretto Corner, fue tapado el domingo a la madrugada cuando la pintura aún estaba fresca.

“Yo pienso que la cultura tiene que empezar por el gobierno, ellos tienen que dar el ejemplo. Se lo ha apoyado a Paniagua porque la gente tenía necesidad que esto se vea y como esto dañaba la imagen del gobierno de turno vinieron y lo taparon y escribieron una leyenda política”, expresó Roberto Migdal – el sábado por la mañana - cuando aún no había concluido el trabajo en la Plaza 29 de abril.

Pero lamentablemente, cuando caía la noche, comenzaron nuevamente las agresiones. Primero intentaron tapar con pintura a la cal las preguntas que tanto molestan a los alcahuetes del intendente. Algunos vecinos reaccionaron y frenaron a baldazos de agua la faena destructiva. “Vimos a dos muchachos que andaban en moto y se metieron al barrio. Por lo que pudimos averiguar, trabajan para un puntero de Balbarrey”, dijo Paniagua, ante una consulta de Fuera de Foco.

Esta maniobra fue solo el comienzo. En medio de la noche el mural fue tapado por completo. “Estamos con mucha bronca, pero lo vamos a pintar otra vez. Empezamos desde el silencio y ahora va a ser un grito que se va a escuchar lejos”, promete el artista, para esta auténtica pelea por la memoria entablada entre los vecinos de Santa Rosa de Lima y el intendente de la ciudad Ezequiel Martín Balbarrey.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

hola amigos,hacia tiempo que no los leia y me encuentro con este articulo en donde como siempre,lo que destruyen las obras son los mismos que se quieren quedar indefinidamente en el poder.Pero lo que han hecho,es tan grotesco,que me merecen el desprecio mas absoluto.De todos modos,hay que seguir peleando por memoria,justicia y verdad y que los mediocres de siempre tiemblen por las atrocidades cometidas en el pasado y presente.A uds.simplemente les solicito que sigan,presumo que es todo a pulmòn pero es muy interesante e importante lo que Uds. realizan.un abrazo enorme.rodolfo

Pablo Bosch dijo...

Rodolfo: Es bueno que hayas pasado de visita. Realmente teniamos muchas cosas por escribir pero nos faltó un poco de tiempo. Por suerte debido a otros proyectos que nos tienen bastante ocupados. Hasta la próxima.

Pablo Bosch