CON DISTINTA VARA
Hace dos semanas muchos bramaban porque un reclamo sindical había dejado sin colectivos a
Había sucedido primero el lunes, cuando se produjo la asunción del nuevo secretario general de la CGT. Calle Junín se pobló de colectivos y de personas que bajaban de ellos.
Este martes, la escena se repitió: sobre calle Urquiza, desde 1ª Junta hasta Corrientes, se estacionaron numerosos coches de las líneas 1, 2, 3, 4, 14, 15 y 16 que sirvieron para que “simpatizantes” de Agustín Rossi pudieran llegar al acto que realizó en Gimnasia y Esgrima de 4 de enero.
Un chofer de la línea 3, que pidió mantener el anonimato, aseguró a Fuera de Foco que cuando llegó a trabajar esta tarde le dijeron que tenía “un trabajito especial”. “Me hicieron ir hasta Villa Hipódromo”, dijo. “Y después cuando termine, los tengo que volver a llevar. ¿Te imaginás?”, señaló.
El mismo trabajador especificó que las frecuencias de las líneas se estirarían justo en el horario pico, ya que cada una aportó al menos cinco colectivos al acto rossista.
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