viernes, octubre 26

QUE PASE EL QUE SIGUE

El intendente Martín Balbarrey prorrogó 482 pasantías hasta fin de año. La decisión está contenida en el Decreto 1275 del 22 de octubre de 2007 y fue refrendada por la totalidad de sus secretarios. Los pasantes beneficiados están incorporados en un dudoso convenio firmado entre el municipio y la Fundación Banco Bica. Cobran entre 300 y 500 pesos y prestan servicios en la mayoría de las dependencias de la administración municipal.

En medio del conflicto desatado por el reclamo de pase a planta permanente de personal contratado, pasantes y punteros del justicialismo, el intendente de la ciudad resolvió prorrogar hasta fin de año las pasantías de 482 jóvenes que prestan servicios en distintas dependencias de la administración municipal, con un costo mensual de $ 150.000.

La decisión quedó plasmada el pasado 22 de octubre en el Decreto 1275 que lleva la firma de Martín Balbarrey y todos sus secretarios. En los fundamentos de la norma se explica que los pasantes “se han desempeñado con eficiencia y eficacia en las tareas encomendadas, resultando necesario continuar con la prestación de sus servicios”, curiosamente, tratándose de pasantías educativas avaladas por la Fundación Banco Bica y reguladas por leyes nacionales y provinciales, el decreto no hace ninguna mención a los avances logrados por los beneficiarios en su proceso de formación.

De acuerdo al anexo del decreto, los pasantes prestan servicios en: Gobierno, COBEM, Gestión de Riesgo, Delegaciones, Tránsito, Servicios Públicos, Promoción Comunitaria, Obras Públicas, Personal, Cultura, Cementerio, Medio Ambiente, Talleres, Asuntos Hídricos, Relaciones Públicas, Finanzas, Intendencia, Teatro Municipal, Compras, Catastro, entre otras reparticiones.

Por su parte, previo a su ingreso a la Municipalidad los pasantes debieron realizar alguno de los cursos ofrecidos por la Fundación Banco Bica. Según informa la página web de la entidad, los cursos dictados en el año 2066 fueron: Pedagogía de la Paz, Formación de Ludoeducadores, Diseño de vestuario, Auxiliar en relaciones públicas, Perfeccionamiento en natación, Reparador de impresoras, Organización de eventos, Manejo de la colmena y Medicina del deporte. Además, en el año 2005 los cursos dictados fueron: Gestión cultural, El Museo, Ventas desde el marketing, Diseño de modas, Turismo rural, Excel 2000, PNL, Costo en PyMES y Micro emprendimientos, Inteligencia emocional, Producción de hongos, Auxiliar instalador electricista, Curso básico de carpintería y Jabones artesanales.

Lamentablemente, en el listado de beneficiarios no se especifica el curso que realizaron antes de completar su formación en la administración municipal. Esta ausencia es preocupante ya que el sistema de pasantías educativas se ha prestado a todo tipo de abusos por parte del sector patronal (público o privado), desnaturalizando su objetivo pedagógico, y transformándolo en un instrumento de precarización laboral y explotación.

Conviene tener presente que las pasantías educativas están reguladas por la ley nacional Nº 25.165, reglamentada por sucesivos decretos durante los gobiernos de Carlos Menem y Fernando De la Rua. En la actualidad, pueden extenderse durante un mínimo de 2 meses y un máximo de 4 años, con una actividad semanal no mayor de 5 días en cuyo transcurso el pasante cumplirá jornadas de hasta 6 horas de labor.

Según esta norma nacional “se entenderá como “pasantía” a la extensión orgánica del sistema educativo en el ámbito de empresas u organismos públicos o privados, en los cuales los alumnos realizarán residencias programadas u otras formas de prácticas supervisadas relacionadas con su formación y especialización, llevadas a cabo bajo la organización y control de las unidades educativas que lo integran y a las que aquellos pertenecen, según las características y condiciones que se fijan en convenios bilaterales estipulados en la presente ley”.

En el ámbito provincial, el sistema de pasantías educativas se encuentra regulado por la ley 12.485, que adhiere a la norma nacional. Un aspecto importante es que los convenios entre las entidades educativas, las empresas o los entes públicos deben ser informados al Registro Provincial de Pasantías Educativas que funciona en la órbita del Ministerio de Educación de la Provincia.

Asimismo, los convenios deben regirse por un conjunto de pautas mínimas de cumplimiento obligatorio, como ser: designar tutores e instructores que orientarán, coordinarán y controlarán el trabajo de los pasantes; la asignación de un aporte económico para el pasante; y la organización de un mecanismo conjunto de control y evaluación de la experiencia que estará a cargo de las personas que las partes firmantes del convenio designen, con la obligación de elaborar un informe individual sobre el desempeño de cada pasante.

La ley también establece que “la situación de pasantías no generará ningún tipo de relación jurídica entre el pasante y el organismo y empresa en el que aquel preste servicios”.

Por su parte, las instituciones educativas designarán a los pasantes teniendo en cuenta sus antecedentes académicos, características, perfiles y especialización acordados con los organismos y empresas que lo soliciten, asegurando las condiciones pedagógicas que requiere la formación del pasante, para lo cual deberán designar tutores.

Sería muy importante, en el contexto del conflicto que involucra al personal contratado, pasantes y punteros del justicialismo, que las autoridades municipales y los responsables de la Fundación Banco Bica, brinden detalles a la comunidad sobre la implementación del convenio de pasantías educativas que suscribieron el 8 de agosto de 2005.

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